lunes, 16 de abril de 2007

¡Ya estuvo...! ¿no?

¿No lo sienten? Seguramente sí, pero da miedo reconocerlo y como uno de los propósitos de este sitio es no guardar secretos, lo expreso abiertamente: ¡la locura nos rodea! Vivimos en un mundo bastante loco, si no ¿qué sentido tiene que un fulano dispare a quemarropa en una Universidad y aniquile a más de 30 estudiantes? o que nuestro país se esté convirtiendo en tierra de nadie y las ejecuciones aumenten cada día. No nos vayamos más lejos, díganme ¿qué caso tiene hacerle la vida imposible al otro? con chismes, no dejándolo trabajar, jugándole bromas pesadas o como sea, pero siempre molestándolo.

Seamos honestos, nos estamos convirtiendo en una sociedad sin razón, alejándonos de todo sentido común y acercándonos a un tipo de clan preocupado solamente por la supervivencia personal. Tal como lo decía el buen poeta Axl Rose “...welcome to the jungle...”.

¿Qué nos está pasando? ¿Será que con tanta modernidad estamos perdiendo la conciencia? Sin duda, algo en nuestro cerebro está dejando de funcionar y en vez de avanzar hacia estados más civilizados, vamos retrocediendo a pasos agigantados. En lo personal, y aunque tengo muchas otras cosas que atender, me preocupa esta situación. De ahí esta reflexión.
Y no es que piense en el mañana y en lo que vivirán mis hijos, si es que los llego a tener. NO. Pienso en el hoy y en que si una persona cualquiera, así lo decide, puede cambiar mi vida en el mejor de los casos, porque en el peor, podría acabar con ella.

El asunto es ¿qué hacer para detener esta locura? Porque para mi, eso es: una locura masiva, mundial, global – espero que todavía siga de moda el término -. ¿En qué momento ese ser humano, que daña sin escrúpulos, dejó de serlo para convertirse en todo menos en lo que se espera de él?

Es increíble lo que hemos presenciado en los últimos años. Pareciera que este siglo se presenta poco alentador y apenas va iniciando. La verdad, no me quiero imaginar lo que vendrá después, aunque lo más probable es que el escenario siga con iguales problemas. ¿No les parece que es suficiente lidiar con los reclamos de la naturaleza, como para todavía desgastarnos en crear formas que sólo llevan a la destrucción humana?

Y para rematar, agradecería que alguien me explique – POR FAVOR – ¿qué es lo que está sucediendo para que ahora se utilicen a niños con discapacidad mental, que sin saber qué ocurre, porten bombas con fines terroristas? Ya de plano, si a esto no se le denomina locura, entonces ¿qué diablos es?

2 comentarios:

Licery dijo...

Hola Mary :))

Tienes razón, creo que una posible respuesta puede ser que escuchamos y vemos tantas opiniones en favor y en contra al mismo momento que ya no nos queda tiempo para reflexionar y el resultado es este: hemos perdido la dimensión de las cosas y todo nos parece igual.

Con relación a tu maestro, que buena onda que ya sabes dónde está, ojalá que te sea fácil contactarlo.


Saludos.

Anónimo dijo...

Hola, MarY, me encantó tu escrito, ya que, sin duda, mueve a la reflexión. Estoy de acuerdo contigo; es increíble que la gente se divierta pisoteando a los demás ¡Definitivamente vivimos en la jungla! De lo que no estoy tan segura es de que sea algo exclusivo del siglo XXI. Desafortunadamente, y no sólo en la especie humana, la naturaleza promueve la competitividad.(Sólo los más fuertes y poderosos sobreviven, basta pensar en las conquistas romanas o en las españolas,o en las leyes de Darwin) Creo que el hombre siempre ha tratado de demostrar a sus congéneres quien es el mejor, o cómo diríamos en México, quien es el más chipotles!
Quizá hemos llegado al extremo, quizá hoy en día la competencia implica matar a otros para demostrar que yo soy más fuerte, y que alguien tiene que pagar por mi dolor.(Sino preguntemos al que disparo en Estados Unidos)
Es una pena,pero yo no creo que sea un mal del siglo XXI, es un mal que viene acompañado del ego y de la vanidad, de la cerrazón que no nos permite aceptar que conceder la razón a otro ni implica que yo esté mal, sólo implica que se ha abierto la puerta a la pluralidad.
¿Cuando abriremos la vista para ver y aceptar al otro? ¿Cuando aprenderemos lo que verdaderamente es el respeto, el otro? Bien lo dijo Benito Juaréz, hace ya dos siglos,pero aún no lo aplicamos.
Saludos Mary!!!! Fue una my buena idea que hicieras tu blog.