jueves, 14 de junio de 2007

Un sueño hecho realidad

No hace mucho, por no decir apenas hoy, recibí de una querida amiga un e-mail, según ella para hacer mis sueños realidad. Debo confesar que la idea me atrajo. Pensar en que todo lo que ahora quiero, se llegue a concretar, era una idea nada despreciable. Después de unos minutos, recibí el famoso correo que contendría la preciosa fórmula y sin dudar, lo comencé a leer.




Para empezar no había recetas mágicas, su contenido se limitaba a subrayar un solo principio: lo que piensas, es lo que ocurre. ¡Ja! Cualquiera creería que me pude haber sentido burlada, sin embargo, no fue así. Pese a esas palabras que tanto he leído y escuchado, a través de ese correo, ahora ¡sí las entendí! Lo más curioso es que me jacto de ser una persona que anima a los demás con el tipo de expresiones como: “por algo pasan las cosas”, “seguramente vendrá algo mejor” y “piensa positivo”, cuando fue hasta hoy que asimilé su valor real.



Aunque claro, tampoco crean que han sido frases sin sentido (sobre todo mis amigos que me han escuchado decírselas), más bien como que este día comprendí aún más su significado, lo cual me permitirá decirlas con todo el entusiasmo que encierran. Sobre todo ahora que la sensación de bienestar me ha invadido de una manera tal que empiezo a creer que mi cerebro está mucho más receptivo y estoy re-descubriendo cosas que, aunque siempre han estado ahí, las miro con otros ojos. Padre, ¿no?

lunes, 11 de junio de 2007

Sentirse entre Nubes...





Por orden de aparición, vistas aéreas y terráqueas desde:
1. Zacatecas, Zac.
2. Querétaro, Qro.
3. Puerto Vallarta, Jalisco.
4. Monterrey, Nuevo León.
5. Manzanillo, Colima.
6. Hermosillo, Sonora.
7. Guadalajara, Jalisco.
8. Ciudad de México.

domingo, 10 de junio de 2007

Momentos con Sabor a Café

Recuerdo que en cierta comida familiar, una de las anfitrionas comentó que antes de servir un café recién hecho, se debía dejar reposar para que el sabor fuera de los mejores. En ese entonces y como ese tipo de reuniones me parecían aburridas, pensé que más bien se trataba de querer evitar que los comensales nos fuéramos lo más rápido posible. Ahora comprendo que era verdad y así como el café sabe mucho mejor con sus ingredientes asentados, estoy notando que lo que antes resultaba bueno, hoy en día y después de varios años de reposo simplemente es espectacular.

En específico me refiero a los eventos musicales a los que he asistido con la esperanza no sólo de pasármela bien, sino de no constatar que el paso del tiempo pudiera dejar secuelas negativas. Y es que finalmente no es lo mismo el haber ido a un concierto de Timbiriche a los 10 años, que hacerlo dos décadas después.

Gratamente fui testigo de que con el tiempo, un espectáculo del mismo grupo sigue siendo garantía de diversión. Incluso, fue ahora cuando pude disfrutarlo en todo su esplendor, ya que hace 20 años una servidora y mi amiga con la que acudí, sufrimos cuando a la entrada del Palacio de los Deportes centenares de personas comenzaban a empujarse sin importar las consecuencias. Una vez en nuestros asientos, el caos seguía reinando y a pesar de estar frente a nuestro grupo favorito el sonido dejaba mucho que desear.

Hoy en día, en este tipo de espectáculos la seguridad es impecable, el sonido muy aceptable y la conciencia de los asistentes mucho más amplia.

Otro de los conciertos que me dejó un agradable sabor de boca, tanto en 1994 como el pasado 5 de junio, fue el de Gun’s N’ Roses. Es cierto, de los integrantes originales sólo quedan dos, sin embargo, en lo personal considero que con su vocalista basta y sobra.

Hace 13 años, aquel evento lució con los destellos de los encendedores, el de ahora con las luces de los celulares.

Y aunque al que fui a los 17 lo disfruté demasiado, el de ahora lo más significativo fue la experiencia de haberme valido, una vez más, por mi misma. Pero ese es otro tema que dejaré para después…

En fin, lo más curioso es que ahora dicha teoría sobre una común bebida y que resultó ser cierta, no sólo la aplico a mis encuentros musicales sino también a otros aspectos de mi vida, incluyendo – por supuesto- a aquella historia lejana que me imagino dejé reposando para que cuando llegue el momento, continúe y se transforme en la mejor de todas.